A veces pasan cosas que te alegran la vida y te reconcilian con el género humano.
Os cuento.
Hace unas semanas me invitaron al colegio Jesús María El Salvador, de Zaragoza, para presentar una selección de escenas de cine mudo a l@s alumn@s de 2º de Primaria . (¡7 añazos!)
La cosa fue muy divertida porque para casi todos era la primera vez que veían ese tipo de cine y estaban tan sorprendidos como encantados. Y yo también.
Ayer, al llegar a casa, me encuentro con un gran sobre conteniendo docenas de cartas y dibujos de los niños, a cual más tierna, dirigidas "al pianista".
Emocionado estoy.
Con la que está cayendo, es muy reconfortante darse cuenta de que todavía quedan grandes reservas de inocencia y cariño.
Y recordar que esos niños serán todo lo que nosotros les dejemos ser.
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