Acabo de volver de acompañar “Luces de la ciudad” en la XXII semana de cine mágico de Cieza (Murcia).
Ha resultado estupendo.
Hace un montón de años que un puñado de inquietos y comprometidos ciezanos habilitaron un enorme caserón para realizar distintas actividades culturales e instalar un interesantísimo museo del esparto.
Allí, desde hace ya ¡22 años!, realizan las jornadas de cine de las que os hablo con una participación más que notable de público.
A lo que vamos: la película resultó estupenda.
Enseguida comenzaron las risas de niños y mayores ( …hasta un perrillo había) y eso para el acompañante -servidor- es lo que te indica que vas por el buen camino y te hace pasarlo, cómo no, de cine.
Para colmo, al terminar descubrí alguna que otra lágrimilla en los ojos de algún espectador. Eso sí que es un verdadero regalo.
Así que, enhorabuena al Club Atalaya Ateneo de la Villa de Cieza por la impecable organización y muchas gracias a los asistentes por su cariñosa y entusiasta acogida a mi acompañamiento.
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